El creativo peruano Marco Contreras, reconocido por su trabajo en la red Havas, asume la Dirección General Creativa de Havas, marcando así una nueva etapa profesional fuera de nuestro país.
Desde Quito, conversamos con él sobre los retos de liderar creatividad en otro mercado, la integración entre medios, data y emoción, y lo que significa volver a sentir nervios después de años en la industria.
Marco, pasaste de liderar equipos en Perú a asumir la Dirección General Creativa en Ecuador. ¿Qué te motivó a dar este paso y cómo se siente abrirte camino en otro mercado de la región?
Creo que los cambios siempre te sacuden, y eso es bueno. Venir a otro país te obliga a escuchar más, a observar distinto, a mirar las cosas con otros ojos. Me movió el reto, pero también las ganas de crecer. A veces uno necesita empezar de nuevo, aunque no necesariamente sea desde cero.
En pocas palabras, ¿Cómo describirías el mercado publicitario ecuatoriano desde lo que has podido observar hasta ahora?
Es un mercado que tiene mucha hambre. Hay talento, hay energía y sobre todo hay una búsqueda por hacer las cosas con más ambición. Lo siento en los equipos, en los clientes, en las conversaciones. Es un mercado que quiere levantar la mano y ser escuchado en la región.
Llegas junto a Diego Perdomo, un referente con casi dos décadas en Ecuador. ¿Cómo se complementan en esta nueva dupla al frente de la Dirección General Creativa?
Con Diego hay mucha química. Él tiene una lectura muy precisa del negocio, del cliente y del mercado, y eso te da mucha claridad al pensar. Yo vengo más desde lo conceptual, desde la emoción y la conexión con la marca. Creo que lo lindo es que vemos las cosas desde ángulos distintos, pero con el mismo objetivo: hacer que la agencia brille.
En tu presentación mencionas fortalecer la estrategia creativa y la integración con medios. ¿Cómo se traduce eso en el día a día de una agencia como Havas?
Para mí se traduce en trabajar más juntos. Que la idea, el medio y el dato no sean departamentos separados, sino una sola conversación. Cuando eso pasa, las ideas no solo son más fuertes, sino más relevantes. Vivimos en un mundo donde todo está conectado, y la agencia tiene que reflejar eso.
Hoy se habla mucho de creatividad omnicanal. Desde tu visión, ¿qué significa realmente integrar creatividad, data y medios sin que la idea pierda alma?
Para mí la data no le quita alma a la creatividad, se la amplifica. La data te da verdades humanas, comportamientos, tensiones… y todo eso puede ser el punto de partida de una gran idea. La diferencia está en cómo la lees. Si la usas solo para validar, llegas tarde; si la usas para inspirar, la creatividad se vuelve más poderosa y más relevante.
Muchos te asocian con campañas de fuerte carga conceptual y emocional. ¿Cómo llevas ese ADN a un entorno más medible y de performance?
No lo separo. Siempre pensé que las ideas que emocionan también pueden vender. Lo importante es entender bien el porqué de cada proyecto. Si una historia conecta, la gente reacciona; y si reacciona, el negocio se mueve. La clave está en no perder la sensibilidad en el proceso.
¿Qué tan distinto crees que es liderar creatividad en otro país? ¿Qué aprendizajes del Perú te sirven y cuáles estás descubriendo en Ecuador?
Es distinto, claro, pero en esencia seguimos siendo latinos. Cambian los códigos, los acentos, los tiempos… pero no las ganas de hacer cosas buenas. Del Perú me llevo la flexibilidad, la capacidad de encontrar soluciones con poco. De Ecuador estoy aprendiendo el valor de la simpleza, de decir las cosas más directo.
¿Qué te gustaría construir con esta nueva etapa?
Me gustaría que la agencia tenga una voz clara. Que cuando alguien vea una idea nuestra, sienta que hay una manera distinta de pensar detrás. No se trata de buscar premios, sino de dejar huella, de que los equipos sientan orgullo por lo que están creando. Eso es lo que más me motiva.
Si miras el panorama regional, ¿hacia dónde crees que debe evolucionar la creatividad latinoamericana para seguir siendo relevante?
Creo que tenemos que seguir confiando en nuestra forma de contar. Latinoamérica tiene una manera muy única de mirar la vida: con humor, con ironía, con emoción. A veces por querer ser “globales” perdemos eso. Para mí lo global no está en copiar, sino en elevar lo que somos.
Finalmente, una más personal: ¿Qué te emociona de esta nueva etapa como creativo, como líder y como persona?
Me emociona volver a sentir nervios. Volver a saber que uno no sabe todo, que tengo que ganarme un espacio, escuchar más. Es un ejercicio de humildad y de aprendizaje. Pero sobre todo, me emociona volver a sentir que estoy empezando algo importante.
Desde el Círculo Creativo del Perú celebramos esta noticia con orgullo:
Cuando un creativo peruano cruza fronteras, también viaja la forma en que contamos nuestra identidad.